Y ¿qué hay del agua?

El problema del agua no es particular de México, al igual que la basura es un problema que se encuentra en el mundo entero, pero recordemos que las acciones las debemos comenzar nosotros con nosotros mismos, entonces enfoquémonos a la situación que vive México.

A finales del 2009, el gobierno del Distrito Federal lanzo una campaña, donde hacía ver que el problema del agua, en el Distrito Federal, era el peor vivido en esta entidad, haciendo hincapié que para febrero del 2010 tendríamos una escases severa, teniendo que recortarla por tiempos prolongados durante el día. Bueno ya pasó febrero 2010 y no ocurrió nada. Durante la campaña escuche a mucha gente comentar que era tan solo un movimiento más del gobierno para ocultar cosas verdaderamente impactantes a la población. Esto último no lo sé, no me consta, y no pondría las manos al fuego para desmentirlo, sin embargo es un hecho, que, no solo el agua en el DF sino en todo el mundo se está acabando.

Antes de continuar hagamos una aclaración, al decir que el agua se está acabando, no se quiere decir que la tierra se quedara sin agua, ¿qué hay de los océanos y glaciares? Recuerdo mucho a una maestra en primaria, que por cierto, muy mal por ella, convenció a mi grupo en ese momento, era 5° de primaria por lo que se trataba de niños de entre 9 y 11 años, a que era imposible que la tierra se quedara sin agua, que el recurso que más tenía la tierra es justamente ese. Si lo vemos de esa manera, todos podemos llegar a esa conclusión, por ello es que creo importante hacer esta aclaración. Lo que se está agotando, es el agua potable, los métodos de potabilización del agua son costosos, y no funcionan para las grandes cantidades que requieren las grandes ciudades. Entonces, tras hecho esta aclaración, replanteemos el hecho, LA TIERRA SE ESTA QUEDANDO SI AGUA POTABLE.

Para esto hay muchas, y muy sencillas formas de ayudar, en todo momento, en toda oportunidad. Pensemos en un día normal, la gente se levanta tras tener una noche de sueño reconfortante, y en utiliza el escusado, al jalarle un escusado normal, utiliza entre 6 y 9 litros de agua. Lo que todos podemos hacer como primera opción es, si tenemos uno de 9 litros, cambiar por uno de 6, luego introducir una botella de .5 lts al tanque, así reducimos medio litro de esos 6, y finalmente utilizamos los sistemas de descarga que separa la descarga en líquidos y sólidos, además de aprender a usarlos.

Mucha gente desde que entra al baño le abre al agua de la regadera para esperar que salga el agua caliente, dependiendo de la distancia entre el calentador y la regadera, se desperdician desde el momento que se abre esta hasta la salida de agua caliente, desde 3 a 10 lts., porque no en vez de dejar esta agua correr, hay que meter una tinaja que recopile toda esa agua, para que posteriormente la usemos para trapear, e incluso usando una jícara o algún otro contenedor, rellenar el tanque del escusado luego de una descarga.

Luego tenemos el tema de lavadoras de ropa, en realidad las lavadoras de ropa no desperdician mucha agua, siempre y cuando sean utilizadas como fueron diseñadas, indicar bien el tipo de carga y procurar llenar esta y no meter a lavar con simplemente unos calcetines. En este mismo caso está el tema de las lavavajillas, en realidad no gastan mucha agua, pero hay optimizar su uso. Aquí nos detenemos para hacer otra aclaración y recomendación, todos los productos de limpieza que usamos, y que se mezclan con agua para luego terminar en el desagüe, sin contaminantes y factores que dificultan la potabilización del agua, por lo que recomiendo siempre usar productos naturales o que no contengan químicos que contaminen el agua, este tema también será tratado en otro momento.

Cuando no se usa un lavatrastos para lavar los platos del desayuno, normalmente se hace en el fregadero de la cocina, la idea ahí es reducir el consumo del agua al máximo, no dejemos correr el agua indiscriminadamente. Existen varias técnicas, usen la que más se ajuste a ustedes, pero sean conscientes que no se quede el agua abierta mientras se enjabona, que solo sea utilizada cuando hay que retirar el jabón, y sobre todo no usemos mucho jabón pues justamente eso es lo que hace que usemos más jabón para enjuagar. Lo mismo es para cuando nos lavamos los dientes, no existe razón alguna de que se mantenga el agua corriendo mientras realizamos esta acción, con un vaso pequeño, o abriendo el agua solo para enjuagar el cepillo y nuestra boca es suficiente.

A todos mis lectores, insisto, comencemos nosotros a hacer el cambio, y evangelicemos con el ejemplo. Recordemos un grano de arena por si solo no hace nada, sin embargo unido a cientos de miles de millones, puede hacer un desierto.