viernes, 12 de marzo de 2010

La condición humana


El problema de cómo tratamos el medio ambiente, el entorno, a la gente que nos rodea, y a nosotros mismos, es parte de la condición humana, no de nacionalidades ni educación, sino de un estado de conciencia el cual debemos perseguir para alcanzar, abrir todos nuestros sentidos para poder comprender lo que estamos haciendo y poder corregir nuestros errores.

Naturalmente este estado de conciencia es difícilmente alcanzable si el propio medio, el entorno donde nos desarrollamos, no nos permite enfocar nuestros sentidos y comprender como cada acción que realizamos es, de manera importante, una afectación, buena o mala, del universo.

Esta semana he tenido la oportunidad de ir en un crucero por el caribe, uno de los destinos, Nassau, y estuvimos en las instalaciones de uno de los hoteles más exclusivos del mundo, el Atlantis. El hotel es impresionante, cuenta con un acuario muy grande que incluso esta recreado como las ruinas de la mítica ciudad de la Atlantida. La mala noticia, es que incluso en estos lugares, podemos ser testigos de la presencia del ser humano, no por su parte creativa, sino por su parte destructiva. El hotel tiene pequeñas playas dedicadas, donde muy poca gente se encuentra, y en estas playas uno sigue viendo bolsas de plástico, pañales, y colillas de cigarro. Por favor gente, seamos conscientes de nuestros actos, todo cuanto hacemos se nos puede regresar, y no solo eso, simplemente nos podemos acabar el lugar que nos dio la vida, estamos matando a grandes pasos a nuestra madre tierra.

Antes de tomar el crucero, nos encontramos en la polifacética ciudad de Miami, donde pasamos un par de días, en eso nos encontrábamos caminando por las calles y sencillamente envases de plástico ahí arrumbados en la calle, y definitivamente es un país que hace poco por reciclar. Lo anterior es solo un ejemplo de que no solo en México estamos mal, no se trata de naciones, se trata de gente, necesitamos cambiar y cambiar ya, empezar por nosotros mismos, definirnos metas y alcanzarlas, y una vez que estemos ahí arriba donde todos nos ven, mantenernos y enseñar con el ejemplo para luego, así, ayudar a nuestros vecinos lograr ese cambio.

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