martes, 30 de noviembre de 2010

Porque todo a última hora

Una de las características que nos definen como mexicanos en el extranjero, lamentablemente, es que dejamos todo a último momento, además de la impuntualidad que como yo lo veo vienen pegadas. El caso es muy claro, el mexicano común, está acostumbrado a dejar todo a último momento, tenemos obligaciones legales, fiscales, personales y viales que sabemos que tenemos pero no actuamos sobre ellas hasta que ya el tiempo está encima y el retraso inminente.

El ejemplo más próximo lo vi el día de hoy, hoy es el último día de la verificación vehicular para los carros de engomado color verde o términos 1 y 2. Para hacer la verificación, el gobierno nos da un lapso de 2 meses, si la gente se programara a ir a hacer su verificación con tiempo, les digo de verdad, no les toma más de 10 minutos todo el proceso, pueden asistir con tranquilidad en la mañana 8 am o los sábados si es que entre semana se complica. Pero no, lo que ocurre es que no tenemos tiempo, no puedo, no pude, siempre hay justificaciones que nos inventamos y autoconvencemos para no hacerlo a tiempo y el último día ya que no hay de otra, esperan varias horas, para lograr un cometido que se pudo haber hecho con tiempo y sin afectación real al tiempo dedicado.

Este es solo un ejemplo, pero miren a su alrededor, es un comportamiento generalizado, y tan es así, que en el extranjero nos identifican con esa característica. ¿Por qué es así? ¿Qué tan difícil es generar una agenda personal? ¿Acaso, no podemos respetar nuestros propios horarios y plan de vida?

Definitivamente creo que es por desorganización, no somos serios en organizar nuestras actividades personales y mucho menos en respetar los horarios propios y de terceros. El ejercicio es sencillo, pongamos metas y hagamos todo lo que está en nosotros para lograrlas, como llegar puntuales al trabajo, salir con tiempo previendo el tráfico, adelantemos las fechas límites, y respetemos las fechas límites que nos ponemos.

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