Una de las características que nos definen como mexicanos en el extranjero, lamentablemente, es que dejamos todo a último momento, además de la impuntualidad que como yo lo veo vienen pegadas. El caso es muy claro, el mexicano común, está acostumbrado a dejar todo a último momento, tenemos obligaciones legales, fiscales, personales y viales que sabemos que tenemos pero no actuamos sobre ellas hasta que ya el tiempo está encima y el retraso inminente.
El ejemplo más próximo lo vi el día de hoy, hoy es el último día de la verificación vehicular para los carros de engomado color verde o términos 1 y 2. Para hacer la verificación, el gobierno nos da un lapso de 2 meses, si la gente se programara a ir a hacer su verificación con tiempo, les digo de verdad, no les toma más de 10 minutos todo el proceso, pueden asistir con tranquilidad en la mañana 8 am o los sábados si es que entre semana se complica. Pero no, lo que ocurre es que no tenemos tiempo, no puedo, no pude, siempre hay justificaciones que nos inventamos y autoconvencemos para no hacerlo a tiempo y el último día ya que no hay de otra, esperan varias horas, para lograr un cometido que se pudo haber hecho con tiempo y sin afectación real al tiempo dedicado.
Este es solo un ejemplo, pero miren a su alrededor, es un comportamiento generalizado, y tan es así, que en el extranjero nos identifican con esa característica. ¿Por qué es así? ¿Qué tan difícil es generar una agenda personal? ¿Acaso, no podemos respetar nuestros propios horarios y plan de vida?
Definitivamente creo que es por desorganización, no somos serios en organizar nuestras actividades personales y mucho menos en respetar los horarios propios y de terceros. El ejercicio es sencillo, pongamos metas y hagamos todo lo que está en nosotros para lograrlas, como llegar puntuales al trabajo, salir con tiempo previendo el tráfico, adelantemos las fechas límites, y respetemos las fechas límites que nos ponemos.
martes, 30 de noviembre de 2010
viernes, 26 de noviembre de 2010
La felicidad ocupacional
¿Cuántos de ustedes, mis cuatro lectores, son realmente felices en lo que hacen?
Es increíble, pero la mayoría de los seres humanos están en el trabajo o realizando la actividad, de la que viven, de manera circunstancial. Eligen sus estudios profesionales y su trabajo por lo que les está llegando o porque simplemente es lo que tienen a la mano, o igual por el azar. Es realmente poca la gente que elige a que se va a dedicar el resto de su vida, haciendo una autoevaluación de gustos y necesidades. Afortunadamente no a todos les va mal, pero la gran mayoría en este caso son infelices.
Este es otro claro ejemplo de que debemos tomar las riendas de nuestra vida. La infelicidad laboral se refleja en la familia, en el entorno y como efecto mariposa, en el país y finalmente en el mundo entero. ¿Queremos seguir siendo un país infeliz?
Les hago un llamado a todos que realicen un examen interno, donde evalúen sus intereses, aptitudes y necesidades, identifiquen su pasión, crúcenla con lo que ya saben hacer y validen que necesitan para vivir. Posiblemente ese trabajo que ustedes identifican, no los llevará a una plenitud monetaria, sin embargo les puede dar frutos con plenitud personal y profesional. En algunos casos, no tendremos las aptitudes para hacer ciertas cosas, pero todo está de nosotros para ir por ellas, como buscar cursos, entrenarnos física, o mentalmente, ir a buscar eso que nos apasiona y empaparnos de lo que representa, si no hacemos eso, nunca nos llegara, y seguiremos siendo víctimas de nuestra circunstancia.
Les puedo compartir mi caso, desde pequeño, luego de ver la película de TRON, cuya secuela se estrena este diciembre, decidí que tenía que estudiar algo relacionado con computadoras, en ese momento no sabía ni que, también conocí los videojuegos. Desde pequeño mire mucho cine, y la música me fascinó, mi papá era entrenador de un equipo de basquetbol y un día fui a un partido a la Universidad la Salle, no sé qué vi en ese momento pero la escuela me enamoro. Comencé a usar computadoras desde los 9 años, ya que tuve una computadora en mis manos sucedieron dos cosas, comencé a programar y a producir, producía audios y videos, contenidos multimedia.
Crecí y llegue a la universidad, estudié Cibernética en la Universidad la Salle, todos mis trabajos y presentaciones los hacía en video, ya titulado e incluso casado, estudié cine, guionismo, producción, cinefotografía y dirección. Aunque si he pasado por empleos que no me han hecho el más feliz, nunca he sido declaradamente infeliz por mi trabajo, pues siempre he estado relacionado a las computadoras, y en el trabajo en el que fui más infeliz, fue cuando decidí meterme a estudiar cine. Al día de hoy, tengo varios cortometrajes en mi haber, he escrito guiones, dirigido, producido, editado sonorizado, llevo, cuando el tiempo me da, tres blogs, de diferentes ámbitos, este, uno de ficción y otro de tecnología, y me encuentro laborando en un lugar que me permite hacer todo lo anterior.
Por esto le doy gracias a la vida, pero más me siento orgulloso de haber tomado las riendas de mi vida, decidir yo mi camino y seguir mis sueños, aún tengo muchos por cumplir, pero está en mis manos el lograrlo. Ahí les dejo esta semilla, puede que germine o puede que no, ese es otro de mis sueños, posiblemente soy un idealista, pero no voy a llegar a ningún lado si no hago algo para que este sueño también se realice.
Es increíble, pero la mayoría de los seres humanos están en el trabajo o realizando la actividad, de la que viven, de manera circunstancial. Eligen sus estudios profesionales y su trabajo por lo que les está llegando o porque simplemente es lo que tienen a la mano, o igual por el azar. Es realmente poca la gente que elige a que se va a dedicar el resto de su vida, haciendo una autoevaluación de gustos y necesidades. Afortunadamente no a todos les va mal, pero la gran mayoría en este caso son infelices.
Este es otro claro ejemplo de que debemos tomar las riendas de nuestra vida. La infelicidad laboral se refleja en la familia, en el entorno y como efecto mariposa, en el país y finalmente en el mundo entero. ¿Queremos seguir siendo un país infeliz?
Les hago un llamado a todos que realicen un examen interno, donde evalúen sus intereses, aptitudes y necesidades, identifiquen su pasión, crúcenla con lo que ya saben hacer y validen que necesitan para vivir. Posiblemente ese trabajo que ustedes identifican, no los llevará a una plenitud monetaria, sin embargo les puede dar frutos con plenitud personal y profesional. En algunos casos, no tendremos las aptitudes para hacer ciertas cosas, pero todo está de nosotros para ir por ellas, como buscar cursos, entrenarnos física, o mentalmente, ir a buscar eso que nos apasiona y empaparnos de lo que representa, si no hacemos eso, nunca nos llegara, y seguiremos siendo víctimas de nuestra circunstancia.
Les puedo compartir mi caso, desde pequeño, luego de ver la película de TRON, cuya secuela se estrena este diciembre, decidí que tenía que estudiar algo relacionado con computadoras, en ese momento no sabía ni que, también conocí los videojuegos. Desde pequeño mire mucho cine, y la música me fascinó, mi papá era entrenador de un equipo de basquetbol y un día fui a un partido a la Universidad la Salle, no sé qué vi en ese momento pero la escuela me enamoro. Comencé a usar computadoras desde los 9 años, ya que tuve una computadora en mis manos sucedieron dos cosas, comencé a programar y a producir, producía audios y videos, contenidos multimedia.
Crecí y llegue a la universidad, estudié Cibernética en la Universidad la Salle, todos mis trabajos y presentaciones los hacía en video, ya titulado e incluso casado, estudié cine, guionismo, producción, cinefotografía y dirección. Aunque si he pasado por empleos que no me han hecho el más feliz, nunca he sido declaradamente infeliz por mi trabajo, pues siempre he estado relacionado a las computadoras, y en el trabajo en el que fui más infeliz, fue cuando decidí meterme a estudiar cine. Al día de hoy, tengo varios cortometrajes en mi haber, he escrito guiones, dirigido, producido, editado sonorizado, llevo, cuando el tiempo me da, tres blogs, de diferentes ámbitos, este, uno de ficción y otro de tecnología, y me encuentro laborando en un lugar que me permite hacer todo lo anterior.
Por esto le doy gracias a la vida, pero más me siento orgulloso de haber tomado las riendas de mi vida, decidir yo mi camino y seguir mis sueños, aún tengo muchos por cumplir, pero está en mis manos el lograrlo. Ahí les dejo esta semilla, puede que germine o puede que no, ese es otro de mis sueños, posiblemente soy un idealista, pero no voy a llegar a ningún lado si no hago algo para que este sueño también se realice.
domingo, 14 de noviembre de 2010
Los pueblos tienen el gobierno que se merecen
Y no solo los gobiernos, la vida y los bienes, todo es cuestión de actitud. Mucha gente se siente agredida cuando lee o escucha las estas palabras. Se encuentran convencidos que lo que ocurre es un hecho mágico externo que está encargado de que no progresemos. Insisto, esta mentalidad no se limita al gobierno, sino también a la vida.
Como ya he dicho antes, todo es cuestión de actitud, y lamentablemente la mentalidad Cristiana, invita a pensar que todo lo que ocurre es decisión del Creador, eso significa que alrededor del 88.22% de los ciudadanos Mexicanos, tienen esa base de pensamiento. Que si me va mal, es porque Dios me tiene algo preparado, que si hago bien, es por la misma razón. ¿Y qué hay de lo que nosotros mismos nos forjamos?
No malentiendan, no estoy atacando a la iglesia Católica, estoy atacando el pensamiento de no asumir los resultados de nuestras acciones, de nuestras decisiones. "A toda acción corresponde una reacción de igual magnitud pero de sentido contrario", "si siembras trigo vas a cosechar trigo"
El gobierno que tenemos es el que nos merecemos como pueblo, porque como pueblo mismo, no hacemos nada en absoluto para cambiarlo. Posiblemente existan grupos de gente decidida a cambiar, pero lamentablemente son los menos. Como pueblo contamos con una mentalidad retrograda, como lo indica la famosa leyenda de los cangrejos en el tonel, no estamos dispuestos a ir para adelante en grupo, solo unos cuantos pueden salir adelante, y ese debo ser yo.
Ya lo dije antes, esto no solo es cuestión de gobiernos, de hecho, para cambiar las cosas hay que comenzar pequeñitos, asumiendo nuestra realidad, tomando el control de nuestra vida personal. Si ocurre algo malo, definitivamente puede ser por agentes externos, por ejemplo una lluvia torrencial que derrumbo mi casa, o un terremoto, hay cosas que definitivamente no podemos controlar, pero lo que definitivamente controlamos es la forma en la que tomamos y reaccionamos ante esas eventualidades. Toda crisis es un momento de oportunidad, las crisis son los mejores momentos para invertir, las crisis son los mejores momentos para aprender de lo que ocurrió, ¿Qué ocurrió? ¿Por qué ocurrió? ¿Qué está en mi control cambiar para que no vuelva a ocurrir? Y mejor aún ¿Qué debo cambiar no para que no vuelva a ocurrir, sino que el resultado sea favorable?
En letras es sencillo, proponer un cambio de mentalidad hoy pienso lo mal que me ha ocurrido, y mañana en lo bien que me puede ocurrir. Definitivamente no es sencillo, tenemos que quitarnos lastres del pasado, pero no olvidarlo, aprender de las acciones que nos llevaron a dónde estamos y poner todo de nosotros para ir hacia adelante. Tomemos metas de en donde queremos estar, decidamos por nosotros y planeemos que vamos a hacer para llegar ahí. En el camino sucederán todo tipo de cosas que nos harán ese camino difícil, pero siempre, y repito, SIEMPRE, adaptemos y resolvamos los problemas para ellos mismos nos lleven a nuestra meta, naturalmente adaptando el camino que ya habíamos decidido.
Como último mensaje, siempre hay que mantenernos activos y creando nuevas metas, siempre hay que estar en actitud de enfrentar los problemas y dispuestos a invertir en los momentos de crisis, siempre planeemos y estemos listos para las cosas que no querrán dejarnos llegar. Lo más importante, SIEMPRE asumamos responsabilidad de nuestros actos. ¿Qué estás haciendo tú, para tomar las riendas de tu vida?
Como ya he dicho antes, todo es cuestión de actitud, y lamentablemente la mentalidad Cristiana, invita a pensar que todo lo que ocurre es decisión del Creador, eso significa que alrededor del 88.22% de los ciudadanos Mexicanos, tienen esa base de pensamiento. Que si me va mal, es porque Dios me tiene algo preparado, que si hago bien, es por la misma razón. ¿Y qué hay de lo que nosotros mismos nos forjamos?
No malentiendan, no estoy atacando a la iglesia Católica, estoy atacando el pensamiento de no asumir los resultados de nuestras acciones, de nuestras decisiones. "A toda acción corresponde una reacción de igual magnitud pero de sentido contrario", "si siembras trigo vas a cosechar trigo"
El gobierno que tenemos es el que nos merecemos como pueblo, porque como pueblo mismo, no hacemos nada en absoluto para cambiarlo. Posiblemente existan grupos de gente decidida a cambiar, pero lamentablemente son los menos. Como pueblo contamos con una mentalidad retrograda, como lo indica la famosa leyenda de los cangrejos en el tonel, no estamos dispuestos a ir para adelante en grupo, solo unos cuantos pueden salir adelante, y ese debo ser yo.
Ya lo dije antes, esto no solo es cuestión de gobiernos, de hecho, para cambiar las cosas hay que comenzar pequeñitos, asumiendo nuestra realidad, tomando el control de nuestra vida personal. Si ocurre algo malo, definitivamente puede ser por agentes externos, por ejemplo una lluvia torrencial que derrumbo mi casa, o un terremoto, hay cosas que definitivamente no podemos controlar, pero lo que definitivamente controlamos es la forma en la que tomamos y reaccionamos ante esas eventualidades. Toda crisis es un momento de oportunidad, las crisis son los mejores momentos para invertir, las crisis son los mejores momentos para aprender de lo que ocurrió, ¿Qué ocurrió? ¿Por qué ocurrió? ¿Qué está en mi control cambiar para que no vuelva a ocurrir? Y mejor aún ¿Qué debo cambiar no para que no vuelva a ocurrir, sino que el resultado sea favorable?
En letras es sencillo, proponer un cambio de mentalidad hoy pienso lo mal que me ha ocurrido, y mañana en lo bien que me puede ocurrir. Definitivamente no es sencillo, tenemos que quitarnos lastres del pasado, pero no olvidarlo, aprender de las acciones que nos llevaron a dónde estamos y poner todo de nosotros para ir hacia adelante. Tomemos metas de en donde queremos estar, decidamos por nosotros y planeemos que vamos a hacer para llegar ahí. En el camino sucederán todo tipo de cosas que nos harán ese camino difícil, pero siempre, y repito, SIEMPRE, adaptemos y resolvamos los problemas para ellos mismos nos lleven a nuestra meta, naturalmente adaptando el camino que ya habíamos decidido.
Como último mensaje, siempre hay que mantenernos activos y creando nuevas metas, siempre hay que estar en actitud de enfrentar los problemas y dispuestos a invertir en los momentos de crisis, siempre planeemos y estemos listos para las cosas que no querrán dejarnos llegar. Lo más importante, SIEMPRE asumamos responsabilidad de nuestros actos. ¿Qué estás haciendo tú, para tomar las riendas de tu vida?
jueves, 4 de noviembre de 2010
El horario de verano
Hace ya varios años que se implanto en México el uso del horario de verano, desde su implantación original, fue muy criticada la decisión de que si en realidad funciona y que lo único que hace es afectarnos físicamente que porque nuestro cuerpo está acostumbrado, etc. Hay millones de quejas, desde las más estúpidas hasta las más creativas.
Seamos concretos, el tiempo es la unidad de medida del movimiento, y este fue creado por el ser humano para definir el ciclo de lo que llamamos día y noche. El horario simplemente ayuda a organizar las actividades que durante este plazo realizamos, y es el intento de hacer objetivo lo realmente subjetivo. Tratare de explicar mi punto de vista, originalmente se definió el medio día como el punto más alto del sol en el cielo, desde el punto en el que nos encontramos, lo que significa que en realidad el horario cambia tan pronto nos movemos de ese punto, además de contar que también este cenit cambia con el paso de los días, lo que significa que el ajuste que realizamos es una tendencia natural de ajustar las actividades que realizamos en el día y noche para adaptarnos al movimiento natural de la tierra. Lo natural sería ir adaptando el horario poco a poco cada día, pero como eso no es funcional, el cambio se realiza cuando las estaciones han hecho verdaderamente notorio y necesario el cambio.
Por otro lado, el ser humano es una criatura 100% activa de día, y el paso de las estaciones hace que los días cambien de longitud de acuerdo a los tiempos en los que tenemos luz de día, y por ende es más provechoso para el ser humano que el horario se adapte para que se aproveche la luz del sol al máximo, es cuestión simple de economía y productividad, al aprovechar más la luz del sol, gastamos menos energía. Sobre este punto es el que he escuchado más reclamos, gente que se atreve a decir que no es cierto y que en realidad gastamos más luz. Esta gente simplemente está haciendo alarde de su ignorancia y egocentrismo. Los ahorros son reales, en verano gastamos menos energía porque la noche es más corta, es cuando el horario se recorre para aprovechar el sol desde la mañana hasta la noche, haciendo uso de la iluminación artificial por menos tiempo. En el invierno, siendo la noche más larga, es necesario usar iluminación artificial por más tiempo, así de simple. Ahora pensemos en economías de escala, no en lo que ahorro yo como persona, lo que es a penas notorio, si en cada hogar se ahorra 1 peso diario por este cambio, así de simple solo 1 peso que para nosotros es totalmente imperceptible, para México significa que si hay 20 millones de hogares (no tengo el dato exacto, pero valga esto para ejemplo) se ahorran 20 millones de pesos diarios. Además hay otro beneficio, las emisiones de CO2 se reducen, también ayudando a evitar el calentamiento global.
Lo más importante de este cambio es la cooperación y apoyo de todos, como ya mencioné este cambio no es una invención ni algo innatural, seguramente nuestros antepasados, los que no se regían por un horario, lo hacían sin que alguien se los propusiera. La actitud con la que tomamos las cosas es lo más importante, este cambio de verdad ayuda a todos, a la economía, al planeta, y si queremos de verdad ver un impacto en nuestro bolsillo, debemos adaptar las prácticas de consumo de energía eficientes durante la noche.
Ah y tampoco me vengan que el cuerpo de los niños no se adapta, para ellos es más fácil, la práctica es sencilla, simplemente acuéstenlos temprano. ¿Apoco se quejan cuando salen de viaje y tienen que cambiar de horario?
Seamos concretos, el tiempo es la unidad de medida del movimiento, y este fue creado por el ser humano para definir el ciclo de lo que llamamos día y noche. El horario simplemente ayuda a organizar las actividades que durante este plazo realizamos, y es el intento de hacer objetivo lo realmente subjetivo. Tratare de explicar mi punto de vista, originalmente se definió el medio día como el punto más alto del sol en el cielo, desde el punto en el que nos encontramos, lo que significa que en realidad el horario cambia tan pronto nos movemos de ese punto, además de contar que también este cenit cambia con el paso de los días, lo que significa que el ajuste que realizamos es una tendencia natural de ajustar las actividades que realizamos en el día y noche para adaptarnos al movimiento natural de la tierra. Lo natural sería ir adaptando el horario poco a poco cada día, pero como eso no es funcional, el cambio se realiza cuando las estaciones han hecho verdaderamente notorio y necesario el cambio.
Por otro lado, el ser humano es una criatura 100% activa de día, y el paso de las estaciones hace que los días cambien de longitud de acuerdo a los tiempos en los que tenemos luz de día, y por ende es más provechoso para el ser humano que el horario se adapte para que se aproveche la luz del sol al máximo, es cuestión simple de economía y productividad, al aprovechar más la luz del sol, gastamos menos energía. Sobre este punto es el que he escuchado más reclamos, gente que se atreve a decir que no es cierto y que en realidad gastamos más luz. Esta gente simplemente está haciendo alarde de su ignorancia y egocentrismo. Los ahorros son reales, en verano gastamos menos energía porque la noche es más corta, es cuando el horario se recorre para aprovechar el sol desde la mañana hasta la noche, haciendo uso de la iluminación artificial por menos tiempo. En el invierno, siendo la noche más larga, es necesario usar iluminación artificial por más tiempo, así de simple. Ahora pensemos en economías de escala, no en lo que ahorro yo como persona, lo que es a penas notorio, si en cada hogar se ahorra 1 peso diario por este cambio, así de simple solo 1 peso que para nosotros es totalmente imperceptible, para México significa que si hay 20 millones de hogares (no tengo el dato exacto, pero valga esto para ejemplo) se ahorran 20 millones de pesos diarios. Además hay otro beneficio, las emisiones de CO2 se reducen, también ayudando a evitar el calentamiento global.
Lo más importante de este cambio es la cooperación y apoyo de todos, como ya mencioné este cambio no es una invención ni algo innatural, seguramente nuestros antepasados, los que no se regían por un horario, lo hacían sin que alguien se los propusiera. La actitud con la que tomamos las cosas es lo más importante, este cambio de verdad ayuda a todos, a la economía, al planeta, y si queremos de verdad ver un impacto en nuestro bolsillo, debemos adaptar las prácticas de consumo de energía eficientes durante la noche.
Ah y tampoco me vengan que el cuerpo de los niños no se adapta, para ellos es más fácil, la práctica es sencilla, simplemente acuéstenlos temprano. ¿Apoco se quejan cuando salen de viaje y tienen que cambiar de horario?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)