miércoles, 9 de junio de 2010

Es que ¡Siempre nos pintan como flojos!


En mi experiencia laboral, trabaje por casi 9 años en una corporación trasnacional, de la unión americana, de las más grandes del mundo, más recientemente he trabajado para una trasnacional mexicana, y he tenido la oportunidad de comparar y aprender de lo que podríamos llamar la idiosincrasia laboral de ambos países, he aprendido como nos ven a los mexicanos en el extranjero y también que podemos cambiar para mejorar no solo la imagen hacia afuera, sino también como cambiar para bien internamente y hacer de los lugares de trabajo algo que el empleado tomara como un lugar digno.

El mexicano es flojo

Si bien, es un hecho que en general, al mexicano se le ve en el extranjero como un flojo, no es una realidad corporativa y de manufactura, si esto fuera simplemente un hecho aceptado, las grandes corporaciones y manufactureras simplemente evitarían el generar fuentes de trabajo en él. Ahora, esta "realidad" si es aceptada por el común extranjero que no ha tenido ninguna relación laboral con mexicanos, y por ende podríamos definirlos como incultos. Ahora bien, esa imagen la debemos a un par de factores: a una serie de grabados que se popularizaron en la revolución donde se mostraba al mexicano dormido bajo un árbol; y a las películas de la época, también donde se mostraba en repetidas ocasiones que el mexicano perdía el tiempo durmiendo.

Afortunadamente este tema, como lo mencioné, ha ido cambiando poco a poco, ya que la gente que ha podido compartir el trabajo con mexicanos se ha dado cuenta que el mexicano, es una persona que trabaja muy bien y que está dispuesto a sacrificar tiempo, para que la tarea sea lograda. Claro que esto último también es una idea errónea que tenemos. Está bien que queramos dar el todo por que logremos nuestros objetivos sin embargo, el trabajo no es ni debe ser, la prioridad de nadie, y todos debemos trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Ellos lo saben, pero como ven beneficio no nos lo harán saber ni nos exigirán que nos vayamos a nuestras casas para atender a nuestras familias. Claro, hay que ser flexibles, pues habrá momentos en los que existan proyectos que tenemos que agarrar con todo y entonces si sacrificar tiempo, pero son momentos especiales y particulares.

No perdamos tiempo en tomar las tareas, si bien saben que somos eficientes, también saben que nuestro fuerte no es el tiempo y por ello permiten que nos quedemos más tiempo a terminar lo que no terminamos, ya que perdemos de una manera importante el tiempo. En este caso de algo bueno derivo a algo definitivamente malo. Por ejemplo, llegamos a la oficina y perdemos 30 minutos en dejar las cosas ir a saludar y platicar el punto con los que ya hayan llegado, luego que vamos por el café y finalmente en nuestros lugares de trabajo el torque toma su tiempo. Definitivamente es bueno tener descansos y momentos de esparcimiento, sin embargo estoy convencido que exageramos, y los fumadores peor. Arranquemos a toda velocidad puntuales en nuestro lugar, vayamos a saludar a todos antes de nuestra hora de inicio, la hora de inicio es eso, inicio, no la hora en la que dejo mis cosas para luego a ver a qué hora comienzo a trabajar, evitemos perder el tiempo y respetemos el tiempo de los otros.

No te apures, son bien impuntuales

Otra fama que tenemos y esa si nos la hemos ganado a pulso es la impuntualidad, y para quitarnos esa, si hay que trabajar enormemente. Aquí si seamos honestos, como mexicanos tenemos un gran problema con el reloj, no lo consideramos como LA directriz, sino un indicador más. Este tema lo hemos tocado ya en un artículo por separado que abarca desde nivel personal hasta nivel laboral, si de verdad queremos quitarnos este estigma, es importante trabajar con el factor tiempo en TODOS los niveles de nuestra vida. Mis abuelos paternos estuvieron en la segunda guerra mundial, ambos estuvieron en la resistencia y me decían de la importancia del tiempo, ya que cuando quedaban de verse, por ejemplo, con alguien, que entregaría fotografías de trincheras, la cita indicaba hora y sitio, y solo podían esperar 5 minutos, si acaso no estaba la persona ahí en ese lapso de 5 minutos, debían salir del lugar, ya que era indicador de que algo había ocurrido y no podían arriesgar más. En México, una simple junta no puede, nunca, iniciar a la hora a la que fue programada.

Este es el peor de los males, el más marcado estigma que tenemos y peor aún, es el que muchos descaradamente toman de manera consciente y declaran pues así somos y que le hagan como quieran. Ya no voy a ahondar tanto en este, pues ya fue tratado por separado, sin embargo si quiero decir que si queremos un cambio en nuestra vida, este es el que más debemos trabajar. Si nosotros no respetamos nuestro tiempo, nadie lo hará. Cuando somos impuntuales no solo nos afectamos nosotros mismos, también afectamos a los que nos rodean y más a los que más queremos, nuestras familias. De verdad les aseguro que el día que respeten los horarios, sus vidas cambiaran enormemente para bien, podrán hacer más cosas, podrán dedicarle tiempo a su familia y podrán tener pasatiempos, podrán organizar su vida, así de fácil.

En el trabajo tenemos un horario para iniciar, no para llegar, un horario para salir a comer y otro para regresar y continuar, y finalmente uno para salir. Respetémoslos al pie de la letra, demostremos que en los horarios establecidos damos todo por el trabajo y nunca, como regla de oro, pidamos que se nos entregue 5 minutos antes de la salida algo que sabemos que tomara 1 hora preparar, eso es no respetar el horario de los demás, claro si se trataba de algo que la persona debió preparar desde la mañana, con todo exijan que les sea entregada.



Concluyendo, queremos cambiar la imagen y mejorar las condiciones laborales del país, trabajemos en estos dos puntos y hagamos que nuestros compañeros también se sumen y más importante, respetémonos. Establezcamos nuestras prioridades y nunca, bajo ninguna circunstancia permitamos que el trabajo tenga mayor prioridad al de la familia. Las corporaciones son ingratas, para ellas el empleado es simplemente un activo más y cuando ese activo deja de serlo lo cambia con una mano en la cintura y sin tocar el corazón, en las empresas el dinero es el dinero y la relación empleado empresa debe ser dejada en esos términos, tú me pagas por hacer X y yo trabajo y hare hasta lo imposible para cumplir con ese X y claro que podemos ser flexibles pues encontré la forma de entregarte X2 cambiando un poco y ahorrando dinero. Las compañías no son tontas, los activos que tienen un valor agregado serán siempre preferidos e incluso invertirán en ellos. En el trabajo todos somos reemplazables, en el hogar no, trabajemos lo más que podamos en respetando horarios, y el tiempo que nos quede dediquémoslo a la familia, donde si llegamos a faltar, si impactamos de verdad.

1 comentario:

  1. Bien dice el dicho, "al pueblo, pan y circo", y lamentablemente el futbol nuevamente hace que esta imagen sea obvia. ¿Cuántas personas seguimos trabajando en nuestras labores cotidianas mientras estaba "jugando" la selección? El ausentismo estuvo a la orden esos días. pero, ¿realmente hubo quien se preocupara de ello? no, como tampoco no se cuestiona lo que se le paga a estos jugadores por no hacer su trabajo, en un país donde hay demasiado desempleo, y los que tienen trabajo son mal pagados.

    ResponderEliminar