martes, 3 de agosto de 2010

Nada personal, solo negocios


Regresando al mundo corporativo que nos tocó vivir, ha surgido un fenómeno, el de indiferencia del empleado al empleador. Cuando en otro momento el empleado se ponía al frente de la compañía cuando ocurrían problemas daba de sí para ayudar a la compañía y existía un sentimiento de identidad para su empleador, hoy día no existe.

Personalmente no creo que sea malo, lo malo es que el empleado tome esta situación y en su labor solo ejecute lo mínimo indispensable, eso sí es malo. Las compañías son tan fuertes como la gente que emplea, si una compañía está llena de gente valiosa, esta así lo será. Sin embargo la falta de identidad y compromiso, lo han causado las mismas empresas.

El día de hoy los empleados han pasado a un segundo plano, han pasado a ser activos en el mejor de los casos, y en el peor, pasivos, cuando los empleados llevan mucho tiempo en la compañía y representan una carga económica, porque no le es costeable retirarlos de la empresa, aunque no hagan nada.

La relación laboral es como un matrimonio, es un trabajo mutuo de negociación constante, donde ambos tienen que ceder y ambos verán sus esfuerzos recompensados, en el caso que uno de los dos falle a su compromiso, la relación, simplemente no puede continuar.

En mi trayectoria laboral, me he enfrentado en tres ocasiones que el empleador para reducir costos tiene que trasladar la nómina a un lugar más barato, dentro del cual, naturalmente el empleado va a tener una afectación, reitero, dependiendo de la negociación. En ese momento el empleado tiene la decisión de aceptar continuar con el empleador, o de forma legal aceptar su liquidación y trasladarse a otra compañía que se adecue mejor a sus metas.

El caso, es que hoy día muchas compañías no han entendido esta relación, y exigen del empleado una fidelidad y un sacrificio completamente irreal, señalando a los empleados que no se parten el alma como el resto, sin considerar que la gente debe trabajar para vivir y no vivir para trabajar.

Estoy convencido que la gente debe hacer todo lo que está en sus manos para cumplir con los horarios laborales al máximo y respetar sus horarios personales, ya que si el mismo no respeta sus tiempos, nadie lo hará. Eso ayudará a reducir estrés y le dará mejor calidad de vida.

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