viernes, 13 de agosto de 2010

La mentira más grande de la historia es la historia misma


A unos días de festejar el centenario y bicentenarios de la revolución e independencia mexicanas, reflexiono acerca de la verdad, una verdad que en realidad, nunca sabremos en su totalidad. La historia, desde sus inicios, ha sido contada de una manera subjetiva, donde se involucran sentimientos, deseos, intereses. Todos los anteriores afectan de tal manera a la historia que incluso los mismos testigos presenciales de esta, perciben la realidad de los hechos de manera distinta y por ende la historia que leemos o escuchamos es simplemente la percepción de una persona, una leve pincelada, de la cual no podemos ni debemos formarnos un juicio.

En cuanto a la historia de México, sé muy bien que hay personas que se han dedicado a descubrir más allá de la historia que nos enseñan en la primaria, de la historia oficialista. Estas personas en muchos círculos son acusados y repudiados, sin embargo, yo creo deberían ser respetados por el simple hecho de querer llegar a una verdad. Una verdad que seguirá siendo una opinión o deducción influenciada por ciertos intereses o sentimientos.

Lo que es un hecho, todo ser humano tiene una capacidad que nos diferencia del resto de los animales, el raciocinio, aunque ya han demostrado muchos animales la capacidad de razonar hasta cierto nivel. Esa capacidad, que en teoría dominamos, debemos usarla, ser críticos de todo lo que leemos, observamos o escuchamos. No es posible que andemos en la vida sin cuestionar nuestra realidad, aceptando como dogma de fe cuanto se presenta frente a nosotros.

Los héroes que "nos dieron patria" eran nada más que humanos como todos, con sus defectos y virtudes, con intereses de por medio y estoy seguro que de todos ellos, las acciones de menos del 10% fueron sin anteponer sus intereses personales.

Existen muchas muestras de documentos oficiales y textos informales validados, que contradicen la historia oficial. El famoso Pípila, no he encontrado a nadie que pueda asegurar su verdadera existencia o identidad, y así como ese ejemplo, no podemos poner las manos en el fuego y decir que las acciones de Benito Juárez fueron con la primera prioridad del bienestar absoluto del pueblo en mente.

Los invito a cuestionarse todo lo que saben, todo lo que han aprendido, cuestiónense lo que son y porque son de esa forma. No podemos esperar crecer si idolatramos nuestro pasado, pues este quedo en el ayer y lo que está al frente es lo más importante, a donde vamos y qué queremos como personas y como nación. Insisto, el cambio no está en nuestros gobernantes, está en nosotros mismos.

No estoy diciendo que ignoren la historia, lo que digo es aprendan de ella, pero para lograr aprender de ella, busquen todos los puntos de vista de la historia, mientras más variados más ricos y más vamos a aprender y lo más importante, generen su propio criterio, a partir de ese momento esa historia construida en su percepción, basada en las piezas del rompecabezas que ha logrado juntar, será su historia, aceptando, naturalmente que nunca tendremos todas las piezas del rompecabezas, por lo que eventualmente sucederán acontecimientos que pondrán a prueba nuestra percepción, cuando eso ocurra, no debemos rechazarlo, sino asimilarlo y en base a nuestro raciocinio, formarnos una nueva realidad, más rica y más fundamentada.

1 comentario:

  1. La historia de todas las culturas es un engaño fuerte, pero la de México está muy manipulada y es difícil entenderla, si no sabes dónde buscar.

    Desde mi nombre propio (Morelos) hasta la veracidad de los hechos de la revolución, siempre me he cuestionado todo. Y cuando investigas te das cuenta que lo que te enseñan en la primara es sólo lo básico para saber, pero con manipulación de por medio.

    Lo que me da asco es la manipulación para que todos estemos felices del bicentenario.

    ¿Felices por el crimen y el narco país que tenemos? ¿Felices por los abusos y el claro robo del dinero del pueblo? ¿Felices de que las corporaciones tomen decisiones y que nuestro gobierno les sirva?

    Yo lo único que digo es que en lugar de la mega fiesta del bicentenario, deberían usar esa lana en obras públicas, en sistemas de purificación de agua y en educación.

    Pero sólo soy un pobre webonauta.

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